Mantener el interior de la CPU limpio.
Es importante realizar limpiezas periódicas del interior del
ordenador, no compulsivamente, pero si establecer unas fechas aproximadas para
hacerlo, ya sea cada seis meses o cada año, dependiendo de la cantidad de polvo
o suciedad que acumule el mismo.
Lo ideal sería eliminar todos los restos de tabaco (si somos
fumadores) y polvo mediante el empleo de aire a presión. Pero como esto no es
algo tan sencillo debería de bastar con que usemos una brocha (no plástica) y
un aspirador de mano para limpiar cualquier resto de polvo de la carcasa.
Prestando especial atención a los variados ventiladores instalados en nuestro
equipo.
Tanto el ventilador del procesador, como el de la fuente de
alimentación son muy propensos a acumular gran cantidad de polvo y pelusa, lo
que a la larga les impedirá funcionar correctamente.
En caso de tener que operar sobre el ventilador de la fuente
de alimentación, deberemos optar por desmontarla, operación que deberemos
realizar con mucho cuidado y tomando las debidas precauciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario