¿Es importante el Ratón?
Compramos el último portátil, con el último procesador, con
la impresora laser color, pero a la hora de comprar el ratón, simplemente
indicamos “Bah, ese mismo… ¿que mas da?”.
Este es un error muy común tanto en el hogar como en las
empresas, lo de que “cualquier ratón vale” no es precisamente lo mejor. Hay ratones
con forma de bola, de coche, grandes, muy grandes, pequeños, muy pequeños y
todos ellos tienen en común la compra en serie.
Para comprar un ratón hay que probarlo, ver cuánto pesa, si
tiene batería, si alcanzas bien a todos los botones y sobre todo, si resulta cómodo.
Porque, aparte del teclado el ratón es el medio de comunicación con el ordenador
y cualquiera se sorprendería de los kilómetros (si, kilómetros) que recorre
anualmente vuestro ratón y por ende, vuestra mano.
Se puede escoger, caro, barato, raro como un robot o
sencillo y sin florituras, pero debe ser cómodo, ergonómico, debe deslizarse sin apenas
fricción y mantenerse limpio.
Hace tiempo que las bolas de acero recubiertas de goma no
cargan de pelusillas los rodillos de movimiento y ahora es la tecnología óptica
y el laser lo que más se adapta a los nuevos tiempos, pero eso no significa que
el roce con el suelo no cargue el ratón de pelusas compactadas y que esto haga
que se deslice peor.
Un buen ratón puede evitarte problemas en la mano, en los
dedos y puede hacerte la vida más cómoda de una forma muy silenciosa, por lo
que:
SI, MERECE LA PENA GASTARSE DINERO EN UN BUEN RATÓN.
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